El Sol en Sagitario, una ética inquebrantable
Cuando el sol barre la atmósfera de Sagitario, su energía vibratoria recargada de sus tintes de autoridad, influyen en la naturaleza de los ideales de este último. Haciendo que el carácter ético y profundamente comprometido de Sagitario se oriente más a su universo personal, empapándose en un ego sobrealimentado.
Por otro lado, cuando se menciona al Sol, se tiene también que mencionar a la Luna. Porque ambas esferas, vistos desde la tierra, e interpretados en astrología, poseen características que en muchos aspectos son opuestos y complementarios. El Sol es aquello que puede ser comprendido con nuestra parte consciente, mientras la luna se humedece en los misterios de aquello que pertenece a lo inconsciente. Mientras el Sol impele sus dorados rayos hacia el mundo futuro, con miras a encarar el porvenir, la Luna se solaza en los recuerdos del pasado, reviviendo las emociones y sentimientos que alguna vez fueron suyos.
COMO LA LUNA INFLUYE EN ESTE CICLO
La luna es madre, en su vientre brota el germen de una nueva vida; el Sol es padre, expande su energía protectora. Sagitario mantiene su carcaj repleto de flechas, siempre preparado, siempre presto a asentir con una sonrisa dispuesta a cualquier propuesta de vivir nuevas aventuras. En su espíritu curtido están marcadas las cicatrices de la experiencia, de las numerosas correrías vividas.
Es de los que necesitan perderlo todo y, si es necesario, caminar en la delgada cuerda que cuelga entre la vida y la muerte, antes que renunciar a un proyecto o un ideal en el que cree fervientemente. Aunque muy elogiados en un principio, su ética de hierro y sus valores a prueba de pólvora y espada, lo convertirán, si no sabe ser más flexible tanto con los demás como consigo mismo, en un repudiable tirano.
Sagitario es famoso por saber soportar las peores inclemencias, tanto si vienen de un extremo como del otro. Sol en Sagitario hará que la persona que se desarrolla en los dominios de su halo adquiera un sentido individualista, basado en una profunda raigambre de ideales, valores éticos, compromiso y, sobre todo, optimismo. Su actuar se basa siempre en su filosofía personal, misma en la que cree fervientemente y que apreciará ampliamente en los demás individuos. Lleva atado a su pecho, como preciado tesoro del que no querrá desprenderse, el concepto de libertad que alumbra siempre su horizonte.
El Sol hiende en él la necesidad de reconocimiento. Sagitario, buscará entonces, la manera de encontrarlo en aquello que más valora, su actitud ética. Con el Sol alumbrándoles, Sagitario se traza metas que superan sus posibilidades, convencido de que su optimismo le permitirá sortear cualquier valla, se extraviará en el sendero de lucha y los que lo paguen junto a él serán aquellos que le siguen o están bajo su mando. Puesto que se fuerza a sí mismo hasta sus límites, desea que todo aquel que le rodea haga lo mismo, para él es una virtud la capacidad de mantenerse firme en su propósito, al cual dignificará y cubrirá de un halo místico. «Todo es posible», dirá, y no dejará de creerlo incluso cuando lo haya perdido todo.